Algunas rutinas de ejercicio pueden resultar en problemas de la piel no deseados. Aquí están algunos consejos para ayudarte a evitar errores comunes que pueden contribuir a los problemas de la piel. Muchas personas evitan hacer ejercicio porque creen que les produce espinillas. Y aunque el sudor es un efecto que no podemos evitar cuando hacemos ejercicio contribuyendo a irritaciones y erupciones, existen ciertos pasos que puedes tomar para combatir este problema.

No utilices maquillaje: El utilizar maquillaje cuando haces ejercicio puede obstruir los poros, y por lo general no es saludable para la piel. Haz el esfuerzo de remover cualquier fundación antes de comenzar tu entrenamiento. Si hacer ejercicio sin maquillaje no es una opción, puedes utilizar máscara a prueba de agua y brillo en los labios. El rubor y el polvo siempre deben limpiarse.

Remover los contaminantes: Si mi primer consejo no es razonable, puedo decirte que si trabajas al aire libre o en una fábrica, puede que tu piel esté sucia y tenga aceites. Si empiezas tu rutina de ejercicio con exceso de aceite y suciedad en la cara, cuando comienzas a sudar y los poros se abren, pueden obstruirse y causar una espinilla. Intenta lavarte la cara antes de hacer ejercicio.

Utiliza una banda para el cabello: Muchas personas sudan desde la raíz del cabello, y el sudor cae sobre la cara cuando hacen ejercicio. El utilizar una banda para el cabello ayuda porque recoge el sudor, evitando que caiga en zonas problemáticas como la zona T de la cara o la barbilla. Como resultado, no te tocarás la cara para limpiar el sudor y el exceso de suciedad de la cara.

Utiliza una toalla sobre el tapete de ejercicios: Los problemas de la piel no están restringidos solo a la cara. La espalda y los hombros son propensos a las irritaciones. Los tapetes de ejercicio son el ambiente perfecto para el crecimiento de bacteria. Protege la piel utilizando ropa de ejercicio que cubra las áreas del cuerpo que entren en contacto con el tapete y los bancos de ejercicio, o colocando una toalla antes que hagas ejercicio.

Limpia, tonifica y humecta: Tan pronto termines tu entrenamiento, lávate la cara para remover el sudor de la piel. El utilizar un humectante facial o un suero facial te ayuda a hidratar la piel desde afuera. Si tomas suficientes líquidos para evitar deshidratación, esto también te ayudará en la apariencia de la piel.

Protección del sol: Muchas personas hacen sus rutinas de entrenamiento al aire libre. Si eres una de ellas, es esencial que utilices protector solar o ropa resistente a los rayos solares para ayudarte a evitar cualquier problema de la piel que puede ser causado por el sol.

Viste ropa que te quede bien: Evita irritación causada por rozaduras vistiendo ropa cómoda, diseñada con los deportes en mente. Las telas deportivas pueden ayudarte a mantener el sudor alejado de la piel y prevenir el frotamiento innecesario del material contra la piel.

Cámbiate rápidamente: Hoy en día la ropa para hacer ejercicio es muy moderna, lo que hace fácil que hagas mandado en tu ropa de ejercicio. Sin embargo esto puede permitir que la humedad permanezca cerca de la piel. Debido a que muchas infecciones fúngicas crecen fácilmente en un ambiente húmedo, vestir tu ropa de hacer ejercicio por lago tiempo puede causar un número de irritaciones. Después de hacer ejercicio, báñate lo antes posible y viste ropa limpia. SI quieres pasar el día luciendo ropa deportiva cómoda, lleva un cambio de ropa al gimnasio.

No evites el ejercicio porque estás preocupado por tu piel. Sé paciente e intenta eliminar cualquier problema que puede afectar negativamente la piel. Si has pasado mucho tiempo inactivo y tu piel no está acostumbrada al sudor, puede demorarse un poco hasta que el cuerpo se adapte y aprenda a lidiar con las tensiones nuevas. Solo se paciente y recuerda que hacer ejercicio de forma regular es esencial para la salud.

Redactado por Samantha Clayton, AFAA, ISSA— Directora Sénior de Educación Física Mundial. Samantha es Directora de Educación Física en Herbalife.